El Ferrari 250 GTO es uno de los super-autos masss emblematicos de la marca de Maranello. La historia 250 GTO comienza en 1961, cuando la Federación Internacional había anunciado que para la temporada siguiente (1962) el campeonato del mundo de sport estaría reservado únicamente a vehículos de gran turismo. Era un intento para acabar con la supremacía de Ferrari en dicho campeonato (entre 1953 y 1961 lo ganaron en 7 ocasiones), así, los prototipos con los que Ferrari había dominado los últimos años, no podrían optar al título.
Los gran turismo, debían ser autos perfectamente legales para rodar en carretera abierta y pertenecer a una serie de, al menos, 100 unidades. Esta cantidad era demasiado elevada, por lo que Enzo Ferrari, tan hábil como siempre a la hora de "burlar" el reglamento, pensó que, en vez de construir 100 super-autos nuevos, lo mejor era partir de la base del exitoso Ferrari 250 GT SWB Berlinetta Competizione y modificarlo profundamente. (SWB = Short Wheel-Base, es decir, de batalla corta).
Giotto Bizzarrini era el ingeniero encargado del desarrollo del nuevo GT y en la primavera de 1961 empieza con las primeras pruebas de motor sobre el chasis 2643GT (un 250 GT SWB), al que se le había incorporado una carrocería ligerísima diseñada y fabricada por Pininfarina con un estilo parecido al del 400 SuperAmerica.
En Agosto de 1961, en Monza, comienzan las pruebas con una nueva carrocería masss acorde con las ideas de Bizzarrini y masss próxima a la definitiva. La carrocería de aluminio se realizaba artesanalmente en los talleres de Scaglietti y en su forma, por primera vez en un GT de Ferrari, se habían tenido en cuenta aspectos aerodinámicos. El frontal, afilado y bajo, contrastaba con el anguloso y casi vertical del GT SWB.
Para la parte trasera se decidió utilizar una solución que por aquella época había puesto de moda Zagato en algunos Alfa Romeo Giulietta SZ y que proporcionaba evidentes ventajas aerodinámicas: la "coda tronca", (es decir, trasera cortada) con la particular característica de que el borde superior terminaba en un "esbozo" de spoiler que garantizaba mayor carga en el eje trasero a alta velocidad. Con esta configuración el super-auto llegaba a alcanzar los 280 km/h en la larga recta de Les Hunaudières en Le Mans.
El nuevo GTO finalmente poco tenía que ver con el GT SWB del que tomó la base, Bizzarrini modificó profundamente el chasis, situando el motor lo más atrás que pudo. Mientras, Carlo Chitti se encargó de afinar el V12 a 60º de 2953 cc, para ello introdujo nuevos árboles de levas, nuevos colectores de escape y redimensionó las válvulas. En el centro de la "V", se colocaron los 6 carburadores Weber de doble cuerpo que alimentaban el propulsor.
El resultado: unos 300 CV a 7500 rpm. Para que el motor pudiera "respirar" se practicaron tres aperturas con forma de media luna en el frontal. Así mismo, el aire caliente del vano motor se evacuaba por medio de dos branquias laterales situadas entre la rueda y la puerta en los primeros modelos, que se convirtieron en tres posteriormente. Las ruedas de 15" eran las típicas Borrani de radios cruzados.
Con un interior en el que no había ni velocímetro y con todas las ventanillas de plástico (excepto el parabrisas), apenas cumplía la norma que obligaba a que el auto fuera apto para carretera. Además, como se ha dicho antes, Enzo Ferrari nunca tuvo la intención de construir 100 unidades, el se excusaba diciendo que el GTO era una evolución del SWB, un coche ya homologado en GT y el reglamento lo permitía. Al final, con muchas trabas se consiguió el visto bueno de la FIA.
En principio el super-auto se iba a seguir llamando 250 GT Berlinetta, pero tras conseguir la homologación, se envió la confirmación a Maranello en un telegrama que decía algo así como: "FERRARI 250 GRAN TURISMO OMOLOGATA ". La prensa interpretó que este era el nombre del nuevo super-deportivo y tras la confusión finalmente hasta la propia Ferrari aceptó la denominación GTO.
En Febrero de 1962 se presentó a los medios de comunicación y su debut en competición fue en Marzo, en las 12h de Sebring, la segunda cita de la temporada. El resultado fue magnífico, segundo tras un prototipo Ferrari (aunque no puntuaban para el campeonato, los prototipos podían seguir corriendo) y por supuesto primero en GT.
La temporada completa fue un monólogo de Ferrari. El GTO ganó todas las carreras en categoría GT en las que participó menos una, que fue a parar a manos de otro Ferrari, un 250 GT SWB. Por supuesto a final de año, Ferrari logró el campeonato. Si lo que quería la FIA con el cambio de reglamento, era destronar a los italianos y dar una oportunidad a sus rivales, el tiro les había salido por la culata.
En 1963 comenzó una nueva temporada y a los Jaguar y Aston Martin del año anterior, se sumaban como enemigos los Cobra de Carol Shelby. Da igual, Ferrari vuelve a arrasar, doblete absoluto en Daytona; primero, segundo y tercero en su categoría en las 12h de Sebring, tras otros tres prototipos de Ferrari; segundo de los GT en la Targa Florio tras un Porsche 356 que se adaptaba mejor a las sinuosas carreteras sicilianas; en los 1000km de Nürburgring, este GTO queda segundo absoluto y primero, entre los GT:
Llega Le Mans y es la apoteosis, ¡¡¡seis Ferrari en los seis primeros lugares!!!, un GTO fue segundo absoluto y primero una vez más entre los GT. Doblete en el Tourist Trophy, en el Tour de France, IMPRESIONANTE. Los Aston Martin solo ganan en Monza, donde otro GTO había sido segundo, y los Shelby Cobra ganan la última carrera, con poca presencia de Ferrari. Consecuencia: otro campeonato más que se iba a Maranello.
Para 1964 se presenta una evolución del GTO, el motor y el chasis no se tocan, pero se montan nuevas ruedas más anchas y una nueva carrocería completamente distinta. Sin embargo, ante un nuevo cambio de reglamento para 1965 que volvía a dar protagonismo a los prototipos, Ferrari se centró en estos, descuidando un poco el desarrollo del GTO. A pesar de esto y de la creciente competitividad de los Shelby Cobra Daytona apoyados claramente por Ford, los dobletes en Daytona, Tour de France y el triplete en Spa, aseguraron a final de año el tercer título consecutivo para el GTO.
En 1965 los prototipos vuelven a puntuar para el campeonato del mundo y la historia del GTO en el mismo se acaba. Para terminar, hay que decir que se construyeron 36 GTO de la primera serie del '62 y solo 3 GTO de la segunda del '64. De los 36 primeros, al menos 4 fueron reconstruidos en 1964 con la nueva carrocería. La mayoría de ellos corrieron en equipos privados por lo que no todos fueron de color rojo, algunos fueron pintados en verde, azul metalizado, british racing green, plata, azul oscuro e incluso marrón.
Publicado por:
Enrico Sorgato
La verdad que junto con el modelo maranello, el gto es de mis modelos preferidos de ferrari aunque me gusten mas otras marcas como lamborghinni, me encantaria igual poder cambiar mi Volkswagen Gol Country por cualquiera de estos autos